El microprocesador flexible de 32 bits podría allanar el camino hacia sistemas integrados inteligentes totalmente flexibles

Actualización: 26 de julio de 2021
El microprocesador flexible de 32 bits podría allanar el camino hacia sistemas integrados inteligentes totalmente flexibles

Un equipo de investigadores de ARM Inc. ha desarrollado un microprocesador de 32 bits sobre una base flexible que, según la compañía, podría allanar el camino hacia sistemas integrados inteligentes totalmente flexibles. El grupo de investigadores describe cómo usaron transistores de película delgada de óxido metálico junto con un tipo de plástico para crear su chip y delinear las formas en que creen que podría usarse.

Los microprocesadores alimentan una amplia gama de productos, pero lo que todos tienen en común es su rigidez. Casi todos ellos están hechos con obleas de silicio, lo que significa que tienen que ser duros y planos. Esta incapacidad para doblarse, sostienen los investigadores con este nuevo esfuerzo, es lo que está impidiendo el desarrollo de productos como ropa inteligente, etiquetas inteligentes en alimentos, envases e incluso productos de papel. Para satisfacer esa necesidad, el equipo ha creado lo que describen como PlasticARM: un microprocesador de 32 bits basado en RISC sobre una base flexible. Además de su flexibilidad, la nueva técnica permite imprimir un microprocesador en muchos tipos de materiales, todo a bajo costo.

Para crear su microprocesador flexible, los investigadores se asociaron con un grupo de PragmatIC. Semiconductores para crear una versión flexible del microprocesador Cortex M0+, que fue elegido por su simplicidad y pequeño tamaño. Para fabricar su chip (que incluye ROM, RAM e interconexiones), el equipo utilizó silicio amorfo fabricado (en forma de transistores de película delgada de óxido metálico) sobre polímeros flexibles.

En la primera iteración de su PlasticARM, los investigadores colocaron los registros utilizados por la CPU en una parte reservada de RAM, y solo se utilizaron 128 bytes de RAM. El microprocesador resultante era flexible, pero no era ni eficiente ni rápido. Además, no tenía memoria programable. Pero los investigadores señalan que apenas están comenzando. Sugieren que su trabajo hasta ahora ha demostrado que es posible hacer microprocesadores flexibles viables, lo que significa que, eventualmente, podría ser posible imprimirlos en ropa y otros dispositivos portátiles a muy bajo costo. Estiman que billones de objetos en las próximas décadas estarán equipados con potencia de procesamiento, incluidos chips que pueden indicarle si la leche es agria, camisetas que pueden medir los fluidos corporales para ser procesados ​​por su teléfono inteligentey etiquetas que puede pegar en su piel para advertir a los demás sobre su estado de ánimo. Las posibilidades estarán limitadas solo por la imaginación.