La ronda de financiación estuvo dirigida por Munich Re Ventures, con la participación de Toyota Ventures y los inversores existentes PSL Ventures, NFX y MaC VC.
Según la compañía, le permitirá acelerar el desarrollo de su vehículo Otter completo, además de una misión Otter Pup. Espera aumentar su plantilla a partir de un equipo actual de 26 empleados a tiempo completo, con vacantes que van desde hardware y software hasta operaciones y desarrollo empresarial.
El primer Otter Pup, que se lanzará en el verano de 2023, intentará el primer acoplamiento de dos satélites comerciales en órbita terrestre baja utilizando únicamente propulsión eléctrica, destaca la compañía.
Intentará encontrarse con el satélite Orbiter de Launcher, utilizando un "mecanismo de captura electrostática": se acoplará antes de separarse y realizar más pruebas. Luego, el plan es construir sobre Otter Pup con la construcción de un vehículo de servicio Otter de tamaño completo.
La compañía dice que sus tecnologías clave involucran encuentros satelitales, operaciones de proximidad y acoplamiento, y ya se han demostrado en tierra. El vehículo Otter está destinado a permitir actualizaciones de satélites, mantenimiento de órbitas y ensamblaje de estructuras grandes, por ejemplo.
En el contexto de un problema creciente con la basura espacial, el objetivo final es la eliminación de desechos espaciales comercialmente asequible.
“Ha sido increíble ser parte del progreso de Starfish Space durante el último año”, dijo el cofundador Trevor Bennett. “Todavía tenemos muchos desafíos por delante, pero la oportunidad es clara: existe un negocio potencial increíble utilizando Otter para ser pioneros en el futuro autónomo y robótico del espacio”.
Con sede en Kent, estado de Washington, en el área metropolitana de Seattle, la empresa fue fundada por antiguos ingenieros de Blue Origin.
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